lunes, 6 de abril de 2020

FILOSOFÍA EN TIEMPOS DEL C19*


FILOSOFÍA EN TIEMPOS DEL C19*
                           A propósito del debate entre Slavoj Zizek y Byung-Chul                                                                                  Los filósofos no han hecho más que interpretar                                                            de diversos modos el mundo, pero                                                              de lo que se trata es de transformarlo."
Tesis sobre Feuerbach. Marx, K.
El origen de la vida sobre la tierra, ha estado en cuestión sobre las condiciones y factores favorables concurrentes a ella, es así, que, en millones de años, se acondicionó, a decir de Oparin, una “sopa primigenia”, caldo caliente, que, teniendo como primer ingrediente al Carbono, desencadenó la vida. Estas condiciones, si ya ocurrieron una vez pueden ocurrir también en otras oportunidades, con otros elementos, si encuentran el ambiente y temperatura apropiada para ello.

Los seres humanos somos inquilinos precarios sobre la tierra, haciendo uso -abuso- de todo lo que nos puede brindar, pero más destruyéndola que mejorándola: Bombas nucleares, derrame de petróleo en la selva y océanos, contaminación del aire, el efecto invernadero. desechos de plásticos que cubren grandes extensiones de los mares, erosión e incendio de bosques, aniquilamiento y extinción de animales y aves que rompen el ciclo alimenticio, incluyendo la del propio ser humano. No somos conscientes de esa condición. Podemos desaparecer y ser un simple movimiento de una hoja en una rama de árbol. La presencia de los delfines y aves en el litoral nos lo ponen en evidencia.

La hegemonía mundial del capitalismo en los últimos 40 años, como maquinaria aceitada para hacer dinero a costa de la explotación de otros seres humanos, sigue acumulando de nuestra riqueza. Nelson Manrique explica sobre esto: Entre 1970 y el año 2018 el 1% más rico de la población mundial recibió en ganancias más del doble de lo que recibió más del 50% de la humanidad más pobre. (Las 2 enfermedades, La República 24/03/20). Esto está causando las nuevas condiciones para que hierva a todo vapor el nuevo caldo.

El neocolonialismo supérstite cumple los objetivos de crear una sociedad de mentes inertes, que otros piensen por nosotros, de adaptarse sin hacer críticas, de rendirse antes de dar la batalla, de conformarse con la situación, nuevos estilos de los ciudadanos moldeados como la generación millenais apto para el consumo, pero con ilusión en la lluvia de millones de dólares que caerán desde Manhattan y Las Vegas. Tenemos un estado que no sabe actuar fuera del neoliberalismo, su arquitectura está diseñada en ese sentido. En esta pandemia con 5% menos de neoliberalismo, lo estamos afrontando. Ahora el capitalismo recurre al estado como tabla de salvación e impida la perdida de ganancias, no criticaban arduamente al “estatismo”.

Además de eso, nosotros mismos le damos vida a las afectaciones de pueda sufrir esa maquinaria de explotación del hombre por el hombre, como en la película Naufrago (2000) de Tom Hanks, que en medio de la soledad del océano hace amistad con una pelota y le pone como nombre Wilson.  El animismo capitalista, como lo denomina el filósofo Slavoj Zizek explicándolo de esta manera: esto es, el tratar fenómenos sociales, como mercados o capital financiero, como si de organismos vivientes se tratase. La impresión que se tiene es la de que lo que debería preocuparnos son los “mercados poniéndose nerviosos” y no los miles de personas que han muerto y los miles que aún quedan por morir. (Un golpe tipo ‘Kill Bill’ al capitalismo, 2020)

La aparición de la pandemia se produjo en un momento que el capitalismo no le iba del todo bien, mostraba una de sus crisis, se les acabó el tiempo de la fiesta de bonanza. No sabemos si es su última fiesta o esta continúa, depende de lo que se haga para reemplazarla, si además se cuenta con la fuerza necesaria para el cambio. Pero sí está recurriendo a la extrema derecha y al fanatismo religioso para preservarse sin límites. Después del control de la pandemia ¿va a continuar lo mismo? o ¿habrá un antes y un después?
Sin embargo, la presencia del C19 pone en evidencia el abandono de la salud y educación pública, con una infraestructura lamentable, desprotección de los trabajadores e insuficiencia de materiales y materiales básicos. Así como la falta de apoyo en la investigación científica en el Perú, donde sólo se invierte el 0,08% del PBI, donde hay un atraso sostenible si se compara con el promedio de Latinoamérica, también reducido que es del 2%.

Ante la antinomia presentada entre salud o mercado, vida o especulación financiera, permanecer como estamos o abrir espacio para un cambio. Tomando la precisión de la palabra “cambio” que hace la periodista Sigrid Bazán:  Si no les gusta la palabra “revolución”, pueden usar la palabra “cambio”. De alguna u otra manera, empecemos el debate. (Dos maneras de ver el mundo. La República 29/03/20).

Tal es así, que en el debate Zizek plantea: Mi modesta opinión es mucho más radical. La epidemia de coronavirus es una especie de “técnica de los cinco puntos para explotar un corazón” dirigida al sistema capitalista global. Una señal de que no podemos continuar por el camino que estábamos recorriendo hasta ahora, de que un cambio radical es necesario. (Un golpe tipo ‘Kill Bill’ al capitalismo, 2020)

Es ante estas expresiones de Zizek, que el filósofo surcoreano Byung-Chul ha salido a responder: El virus no vencerá al capitalismo. La revolución viral no llegará a producirse. Ningún virus es capaz de hacer la revolución. El virus nos aísla e individualiza. No genera ningún sentimiento colectivo fuerte. De algún modo, cada uno se preocupa solo de su propia supervivencia. La solidaridad consistente en guardar distancias mutuas no es una solidaridad que permita soñar con una sociedad distinta, más pacífica, más justa. No podemos dejar la revolución en manos del virus. Confiemos en que tras el virus venga una revolución humana.

La filosofa norteamericana Judith Butler, explica que: El virus por sí solo no discrimina, pero los humanos seguramente lo hacemos, modelados como estamos por los poderes entrelazados del nacionalismo, el racismo, la xenofobia y el capitalismo.

También hay posiciones de centro en el debate, como lo señalado por Martín Wolf: que el nuevo orden global debiera provenir de un liderazgo común entre el hegemón actual (EEUU) y el aspirante (China): “No solo deben funcionar, sino que deben funcionar juntos, reconociendo los muchos intereses que comparten, mientras toleran sus profundas diferencias”.  Referido por Humberto Campodónico (¿Liderazgo EEUU-China resuelve el problema?, La República, 01/04/20)

China había anunciado y pregonado por el mundo, que se convertiría en la primera potencia al 2050, pensando que se lo van a permitir de buenas a primeras, considerando que hay democracia en las mentes fascistas como los Donald Trump. Tiene que ver no solo con la guerra comercial, el control de las patentes de medicina, el negocio de la tecnología principalmente de la 5G y los autos eléctricos, tiene que ver con el nuevo control de los mercados y la nueva geopolítica. Nos preguntamos: ¿existirá la meritocracia mundial? ¿permitirán a un país no sometido a su entorno pueda alcanzar su máximo desarrollo?

El debate está planteado, estemos atentos.

Dr. Jaime Roque S.
02/04/20
*In memoriam a mi padre a un año más de su fallecimiento.


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