jueves, 22 de mayo de 2008

(10) JOSÉ CARLOS MARIATEGUI: VISIÓN PROSPOSITIVA DE LA EDUCACIÓN

“La crisis de la enseñanza coincide
universalmente con una crisis política”
J.C. Mariátegui“La libertad de la enseñanza”.

En los últimos tiempos se ha venido sosteniendo la “importancia de la educación en las políticas de desarrollo del país”, pero esto ha quedado en simples enunciados y frases de uso obligatorio para las campañas electorales o para las oníricas sesiones del parlamento, sin que se observe, hasta la fecha, una auténtica salida a la crisis de la educación en la que se encuentra actualmente. El presente es un artículo sobre las propuestas de José Carlos Mariategui a la educación peruana, realizadas para su tiempo, pero muchas de ellas tienen vital actualidad.
José Carlos Mariategui La Chira(1894-1930) autor de una profusa obra literaria, dramaturgia, periodística y política, entre algunas de ellas tenemos: “Ideología y Política”, “Temas de educación”, “7 ensayos de interpretación de la realidad peruana”, “El alma matinal y otras estaciones del hombre de hoy”, “La novela y la vida”, “Defensa del marxismo”, “El artista y la época”, “Historia de la crisis mundial”, “Peruanicemos al Perú”, entre otras creaciones de trascendental importancia y de vigencia histórica.
Por un lado, tenemos que precisar que la crisis de la educación es una parte, como componente de un todo, sigo afirmando como lo sostuve en un artículo anterior titulado “Good bye reforma educativa”, que el Estado y el aparato que se articula alrededor de ella están en crisis, por ende la educación, como superestructura integrante de ella. Mayor aún, con la aplicación de una política o modelo neoliberal que abre una mayor brecha entre ricos y pobres. Al respecto Mariátegui señala la necesidad de una reforma, pero que tenga relación lo social con la economía, señalando que: “El problema de la enseñanza no puede ser bien comprendido al no ser considerado como un problema económico y como un problema social. El error de muchos reformadores ha residido en su método abstractamente idealista, en su doctrina exclusivamente pedagógica. Sus proyectos han ignorado el íntimo engranaje que hay entre la economía y la enseñanza y han pretendido modificar ésta sin conocer las leyes de aquella. Por ende, no han acertado a reformar nada sino en la medida que las leyes económicas y sociales les ha consentido”(1)
A pesar de sus serias discrepancias, de Mariátegui, con el papel del magisterio, de su época, en donde señala: “Es en general, la condición miserable y humillada del preceptor del Estado, condenado casi siempre, para conservar su puesto, a renunciar a su dignidad intelectual y espiritual, enrolándose mansamente en el séquito de capituleros de un gamonal omnipotente” (2). Señalando esto por la composición de clase pequeño burguesa del magisterio, que no contribuye o contribuye poco al proceso de cambio revolucionario, entendiendo que sólo la alianza obrero campesina es la llamada, y la única alianza de clase, a llevar adelante un auténtico proceso de cambio, enfatizando que: “El modesto preceptor, el oscuro maestro del hijo del obrero y del campesino necesita comprender y sentir su responsabilidad en la creación de un orden nuevo. Su labor, según su rumbo, puede apresurarla y facilitarla o puede retardarla”.(3)
Una de las características esenciales, en la personalidad de Mariátegui, es su fe inquebrantable en los propósitos de un cambio sustancial en la sociedad, eso lo lleva a decir, por ejemplo: “Las masas quieren fe. Y, por eso su alma rechaza la voz corrosiva, disolvente y pesimista de lo que niegan y de los que dudan, y busca la voz optimista, juvenil y fecunda de los que afirman y de los que creen”. (4). En este sentido, no duda que el magisterio consciente y comprometido con las necesidades del país, puede contribuir a ese proceso de cambio. Expresando “El nuevo espíritu de los maestros empieza a expresarse con clara modulación”(5). Por otro lado, también señala: “Uno de los hechos que prueba más fehacientemente la lenta pero segura colaboración de una nueva conciencia nacional, como creo haber tenido ya ocasión de remarcarlo, es el movimiento de renovación que se afirma cada día más entre los maestros. El maestro peruano quiere ocupar su puesto en la obra de reconstrucción social”.(6)
Actualmente, el señor García, preocupado por las críticas a las incapacidades de su actual gobierno, de resolver los problemas del país, señala que los que se oponen, son aquellos que no tienen propuestas de solución, “envidiosos”. Aspecto señalado por el Señor Gracia nada menos que risible por su bajo nivel de análisis. Mariátegui presenta una propuesta del nuevo tipo de Escuela: “La Escuela del Trabajo representa un sentido nuevo de la enseñanza, un principio peculiar de una civilización de trabajadores”(7), agregando “la escuela del trabajo es producto genuino, una concepción fundamental de una civilización creada por el trabajo y para el trabajo” (8)
Laos aportes de su pensamiento, sus escritos y la vida misma de José Carlos Mariátegui, son una fuente inagotable para estudiar y encontrar alternativas viables a los problemas nacionales. Nos corresponde conocer y ampliar esas propuestas.

(1) MARIATEGUI, José Carlos (1925): “La enseñanza y la economía”. Revista Mundial.
(2)MARIATEGUI, José Carlos (1927): “El problema del preceptorado”. Revista Mundial.
(3) MARIATEGUI, José Carlos (1925): “Los maestros y las nuevas corrientes”. Revista Mundial.
(4) MARIATEGUI, José Carlos (1924): “El 1º de Mayo y el Frente Único”. Publicado en “El obrero textil”.
(5) MARIATEGUI, José Carlos (1925): “Los maestros y las nuevas corrientes”. Revista Mundial
(6) MARIATEGUI, José Carlos (1925): “El nuevo espíritu y la escuela”. Revista Mundial.
(7) MARIATEGUI, José Carlos (1928): “7 Ensayos de Interpretación de la realidad peruana”. El proceso de la instrucción pública. Ideologías en contraste. Pag. 116
(8) MARIATEGUI, José Carlos (1925): “La enseñanza y la economía”. Revista Mundial.

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