(12) UN BARCO A LA DERIVA

El gobierno aprista continua improvisando, es un barco a la deriva, sin un norte claro, que llega al puerto que le conviene a la derecha y su política neoliberal -el timón del gobierno lo tiene la derecha-, pero no a los objetivos nacionales. Este gobierno, que improvisa, que actúa según el clima, con el afán de ganarse unos puntos en la caída libre de su aprobación (22% en noviembre) o de cubrir la inflación que crece (4%) ofrece los bonos para los trabajadores estatales para el mes de enero para vender la imagen del señor García “bondadoso” y preocupado del desarrollo del país.
Pero otra de sus improvisaciones, que deviene en incapacidad, es la que se viene dando en forma continua en el sector educación. No existe una reforma educativa que la crisis educativa exige, mucho menos se avizora la intención de realizar un cambio sustancial que permita salir de la situación en la que se encuentra. Emite solamente propuestas de medidas parciales, epidérmicas o en otros casos incongruentes y desfasados de un proyecto educativo que nos permita abordar la educación peruana, con seriedad y sentido democrático y científico.
El Ministro Chang propone -o mejor dicho improvisa- “se dará becas para los mejores alumnos de las universidades para que se dediquen a la enseñanza de los niños en inicial, primaria y secundaria”. Un paliativo o cambiar algo para que nada cambie, unas de las primeras interrogantes sería si esos estudiantes y próximos docentes, ¿se sentirán atraídos por la política de maltratos y bajos sueldos de la que es objeto el magisterio? ¿se sentirán atraídos con los 1 800 Soles ofrecidos y las peores condiciones de trabajo, como la falta de material educativo en la mayoría de nuestras instituciones educativas nacionales?¿estos futuros docentes tendrán la vocación de relacionarse con los niños de las diversas comunidades urbanas o rurales para llevar su mensaje renovador, como lo vienen haciendo los miles de maestros en actividad actualmente, a pesar de que estos últimos no cuentan con el apoyo del Estado?
En esencia, lo que hace el gobierno y sus tecnócratas inoperantes, es continuar con su política de agresión y división del magisterio, presentarlo ante la sociedad peruana como los “dejados” o “descuidados” de su propia profesión. Supuestamente para mejorar la educación se tiene que recurrir a “súper cerebros” de otras profesiones, distintas a la pedagogía, donde lo importante es llenar de información el cerebro de los niños y por otro lado lograr la desprofesionalización de la labor docente.
En el contexto de la aprobación de la Ley de la Carrera Pública Antimagisterial (CPAM), en julio del año próximo pasado, sus voceros salieron diciendo que “se oponen a la mencionada Ley porque no quieren que enseñe en los colegios personajes de la talla de Vargas llosa o Martha Hildebrant”. Cuestión risible y nada serio, porque Vargas Llosa solamente viene al Perú en verano, cuando no hay clases, y por otro lado doña Martha, ella misma lo señala no conoce Comas ni Villa El Salvador ¿estos señores(as) querrán trabajar con los niños del colegio de Iscozazin?. Caso distinto es de los maestros en actividad, que cada día afrontan los problemas de la educación directamente en las aulas y fuera de ellas, con niños mal alimentados y padres de familia desempleados.
Todavía estamos a tiempo de resolver los problemas de la educación en nuestra patria.