Los psicosociales que utilizan los gobernantes denominados “democráticos”, pero en esencia reaccionaria, antipopulares y vende patria, que raya con la catadura de las dictaduras fascistas más deleznables que se han producido en el mundo, son el instrumento de manejo y control ideológico de las amplias masas, que pretenden orientar sus expectativas y sacarlas de lo central de sus preocupaciones.
La utilización del gobierno aprista de los psicosociales, no es nueva en la historia política de nuestro país; durante el primer gobierno del Apra, de 1985-1990, por ejemplo el psicosocial que más se recuerda es la del canciller del Apra, el señor Abel Salinas Izaguirre, saliendo a los medios de comunicación, en la entrada del Salón Dorado, de Palacio de Gobierno, para decir que Lima estaba rodeada, que Sendero Luminoso, estaba entrando por la Carretera Central para tomar el poder, y que ello justificaba y demandaba una dura represión. Que posteriormente devino en varios desaparecidos y muertos en nuestro país.
Lo mismo sucedió en el gobierno del fujimonteasesinismo, del período de 1990-2000, hizo uso de los psicosociales, utilizando los medios de comunicación, principalmente la televisión basura; campaña orquestada a cargo del nefasto psiquiatra doctor Sigisfredo Luza, como ejemplo de ello fueron: “la virgen que llora”, “platillos voladores”, “el saca ojos”, “talkshow” y otros, con la intención de distraer la atención del público, y distorsionar la real información, con los llamados “líderes de opinión”, como son considerados Laura Bozo, “mostrando la realidad peruana: Abandono de hogares, violencia familiar y otros”; el periodista Humberto Jara con su programa en canal 4, llamado “Hora 20”, distorsionando cínicamente la realidad que se presentaba en ese entonces en el Perú; Magaly Medina con la presentación de la vida privada de los artistas de televisión y el mundo del deporte al que denomina “Cholywood”, con la presentación de los llamados “Ampays”;Mónica Zevallos con los ”cómicos ambulantes”; artistas como Raúl Romero, Rossy War y Carlos Alvarez que se presentaban en masivos conciertos y shows artísticos, con la intención de crear y mostrar al público una realidad ficticia y distorsionada de lo que sucedía realmente en las calles de Lima y del Perú entero. Ahora sabemos cuales fueron los auténticos propósitos del manejo de la información y de la distorsión de la realidad por estos “líderes de opinión” en los programas televisivos denominados “basura”.
Hoy en día, al estar próximo la realización del foro APEC, el gobierno aprista quiere mostrar una imagen de control y dominio de la situación; quiere presentar una imagen al público internacional, principalmente a los inquilinos de White House en Washington, que las cosas aquí en el Perú, están controladas, las fuerzas de oposición sometidas, y la población contenta con las políticas neoliberales del gobierno.
Para ello, el gobierno aprista, necesita y usa los psicosociales, como por ejemplo “la amenaza de agentes extranjeros de Venezuela y Cuba” quienes vienen a empañar el foro APEC –recuerden a Jorge Del Castillo en la anterior elecciones generales, diciendo en la televisión que varios cubanos, con DNI peruanos, habían desembarcado en el Perú, por avión en Puno, para apoyar a Ollanta Humala y perjudicar a su candidato García, después de ello Javier Diez Canseco aclaró que los que habían llegado eran peruanos, viniendo de Venezuela, participantes de la “operación milagro”- Otro de los psicosociales, es el uso del reciente asesinato impune de cinco inocentes campesinos, en el paro agrario, para dar un mensaje a la población que no proteste y no reclame, porque les puede ir igual que los campesinos muertos. Otro es, la detención arbitraria reciente de militantes de izquierda, para atemorizarlos y “persuadirlos” de no realizar protesta alguna y reclamos “injustificados”.
Lo evidente es que, las cosas van mal en el Perú; en el segundo gobierno aprista, la economía decrece y los productos de primera necesidad, en los mercados han sufrido una alza considerable, la inflación alcanza en febrero el 5% anualizado y los índices de pobreza y de pobreza extrema no se han reducido, a pesar del “chorreo” que García prometió en su campaña electoral.
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